7 dic 2010

Simónides

                                                                                                              Fragmento del  Texto sobre La 
                                                                                                           Virtud

(Yulis, en la isla jónica de Ceos, actual Kea, circa 556 a. C. - Siracusa, circa 468 a. C.), poeta lírico griego, creador de la mnemotecnia. Aunque jonio, fue llamado a Atenas hacia el año 526 a. C. por la corte del tirano Hiparco; luego marchó a Tesalia con su sobrino, el también poeta y discípulo suyo Baquílides. Allí se relacionó con la aristocracia gobernante, los escopadas y los alendas.
Escribió para diversos mecenas en gran variedad de metros y géneros: epigramas (principalmente epicedios como el de los trescientos espartanos de Leónidas I, e inscripciones votivas), elegías patrióticas y morales, peanes, hiporquemas, y obras de lírica coral, como himnos, odas, epinicios, trenos y ditirambos. Fundador de la mnemotecnia, en concreto de la técnica o sistema de la localización que permitía a un orador recordar larguísimos discursos compuestos previamente por un logógrafo.También se suele recordar bastante en poética su afirmación de que "la poesía es pintura que habla y la pintura poesía muda."
A Pítaco sobre la virtud
Es un asunto, Pítaco, espinoso
hacer a un hombre bueno verdadero.
Y una vez hecho, es muy dificultoso
conservar  aquel hábito primero;
porque esto, no es del hombre solamente
sino que a Dios lo debe por entero.
Si algún revés le oprime de repente,
por más bueno que sea, no le es dado
mantenerse de pie contra el torrente.
Por esto yo, buscando descarriado
los imposibles, pierdo la esperanza
de que el que vive en el terreno estado
disfrute de uná próspera bonanza
aunque sea virtuoso eternamente.
Lo que entiendo diré con confianza:
amo al que no hace voluntariamente
maldades, y le alabo y recomiendo,
que a la necesidad que oprime urgente,
ni se resiste Dios, según yo entiendo
Se puede destacar la forma en que Simónides habla de la sinceridad del ser con respecto a su alrededor y el intelecto ajeno. Su poesía no escapa de nuestra realidad, la veracidad tan elocuente, con la cual nos relata el más profundo senitr del ser humano. Y es que, ¿acaso no hemos sufrido todos de los síntomas que nos transmite Simónides en sus epigramas y versos sobre la vida, el conocimiento? Tal vez fue uno de los grandes exponente de la lírica griega que tanto nos llama la atención. Implementando nuevos métodos para hacer mejorar y perdurar la poesía. Simónides también es reconocido, en parte por su lado cínico y visceral, de un mal contra la femenidad. Dichos desprecios en sus yambos no se explican, ni se conoce de su inspiración, hemos de suponer alguna relación con las desgracias de la naturaleza; siendo la mujer el nacimiento de ésta. Dicha argumentación se repetirá siglos después en el Cristianismo, irónicamente, donde la mujer es el símbolo del conocimiento,por tanto la perdición del hombre. 
De la Mujer
No puede el hombre gozar
una cosa más hermosa 
que la mujer, ni una cosa
peor puede disfrutar

He aquí referencia del asombro ante el arte y el amor de Simónides:
De un retrato
El amor que me tenía
Praxiteles expresó:
por la imagen le pintó
que en su corazón sentía
Y Frinés en el momento
de mi cuadro el precio dio,
a así a mi retrato yo
arrojo flechas sin cuento.
      

 









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